¡AH! MAGAZINE | 5 May 2018

Spanish magazine !Ah! has profiled Signe Pierce in an article which describes the relationship between Pierce’s signature hyper-saturated aesthetic, feminism and the current state of digital culture (article in Spanish).


Signe Pierce: arte y technofeminismo en la era iPhone

Conocí a Signe Pierce al ver el cortometraje “American Reflexxx”, co-dirigido por Allie Coates. El film es una mezcla entre performance y experimento social. Signe y Allie pactaron no tener ningún tipo de comunicación hasta que no finalizara la acción. Signe aparece con una máscara que oculta toda su cara y que funciona como un espejo, por lo que podemos ver las luces de la calle -está rodado de noche, en una avenida muy transitada de Carolina del Sur y con multitud de cartelería luminosa- e incluso, en alguna ocasión, a la propia Allie grabando con su cámara. Signe lleva un vestido azul muy corto y ajustado y unos llamativos zapatos amarillos con enormes plataformas. Signe realiza movimientos sensuales hacia la cámara, pero pronto también se dirige al expectante público que comienza a agruparse en torno a ella al poco de comenzar la acción. Unos subtítulos recogen algunas de las frases que exclama el público, como: “¡Es un hombre!”, “sexy”, “quítate la máscara”, “¿eres una chica, a que sí?”, “¿puede ver con la máscara?”, “¡tiene tetas!”, le piden que pose para fotos… Pronto comienza el contacto físico: unas adolescentes juegan a pasar corriendo junto a ella y a tocarla rápidamente; otras personas le tiran agua en repetidas ocasiones… hasta ser agredida físicamente.

Fue la primera vez que la artista se exponía así en público (y puede que la que ha obtenido resultados físicamente más violentos) pero no ha sido la última. En “Reality is a porno & life is but a meme” (2016), una performance realizada en Times Square, donde Signe, se tomaba selfies sin parar, mientras que otro teléfono móvil apuntaba a su rostro en todo momento, reflejando su imagen en la pantalla. Su actitud era sensual y vestía un body parecido al vestido de “American Reflexxx”. Pierce suele trabajar con los conceptos que aparecen en esta pieza: cuerpo, género, sexo, perfomatividad y redes sociales, de hecho usa éstas como vehículo de gran parte de sus obras, lo que aún hoy produce cierta incomprensión en los circuitos tradicionales del arte. Sobre esto, Signe afirma: “No toman en serio el acto de usar tu propio cuerpo en internet como arte, lo infravaloran y des-intelectualizan. Pero, para mí, esto es la progresión natural hacia la que vamos en la historia del arte y la vida moderna. Todos tenemos un iPhone en nuestras manos, así que, ¿por qué no haría arte con ello? Es una extensión de mí misma, es en esencia mi brocha”.

Signe Pierce se podría definir como artista visual. En alguna entrevista ha comentado que se considera una artista de la realidad, ya que ésta es su mayor influencia e inspiración. Nacida en Tucson, Arizona en 1988, Pierce estudió fotografía con especialización en arte perfomativo en Nueva York, en la School of Liberal Arts y después obtuvo una beca en el Metropolitan. Signe se sentía algo incómoda en estos lugares, ya que notaba que, de alguna forma, no existía un vínculo entre ella y los ambientes tradicionales artísticos de las grandes instituciones, de los que -para ella- emana la desesperante idea de que en el arte “ya está hecho todo”. Enlazando esta idea junto a sus reflexiones sobre el concepto de postmodernismo, Signe cayó en la cuenta de que la diferencia fundamental entre los creadores de siglos pasados y los actuales, era que ahora existen nuevos elementos para poder crear, como los smartphones o las redes sociales.

La artista está al corriente de los cambios estéticos, intelectuales y tecnológicos que conllevan estos cambios artísticos que están desarrollando las nuevas generaciones. Esto hace que use formatos diferentes o poco vistos hasta hace unos años. Desde un simpático meme que homenajea a Jenny Holzer, hasta gifs como “Infinity loop”, una representación visual de la propia Signe reblogueándose a sí misma. El hecho de mostrar su trabajo en las redes sociales, que usualmente terminan exhibiendo parte de la vida privada de la persona que las maneja, supone posicionarse en un límite muy fino entre trabajo y privacidad. Signe explicabacómo se sentía ella al pensar en este binomio: “Dependiendo de cómo de profundo llegue en matrix, creo que podría tener algún tipo de alienación y eso es algo de lo que soy muy consciente. Es muy importante mantener cierta privacidad. Quien soy online es una hipercaracterización de quien soy en mi vida privada. Manifiesto diferentes partes de mi personalidad cuando estoy realizando una performance y dejo a un lado una parte especial de mi privacidad, que nunca expongo online. Y esta parte de mí, está reservada a mis relaciones personales. Cuando las cámaras están funcionando, mi trabajo se convierte en una extensión de mí misma. Así que mi vida es parte de una performance en proceso”.

Uno de los temas que más trata Signe Pierce en sus trabajos es el mito de Narciso en relación con la cultura del selfie y las redes sociales. En la instalación- performance “iDentity Bend”, con el subtítulo “Press Record So I Know It’s Real” (dale a grabar para que sepa que es real) perteneciente a la serie “Synthetic Lust”, Signe muestra cómo se está reescribiendo este mito griego en las redes sociales, poniendo de manifiesto cómo hay gente que proyecta una estudiada imagen en redes sociales con la que se siente más cómoda que con su imagen en la vida real, por lo que empiezan a vivir y a relacionarse a través de esa imagen construida virtualmente y abandonan sus relaciones sociales en el plano físico.

Si algo caracteriza a Signe Pierce, además de la temática de sus piezas, es su inconfundible estética de claroscuros a base de iluminaciones cálidas y holográficas. De hecho, una de las facetas creativas de Pierce es la de directora de arte. Ha llevado a cabo algunos proyectos, como la dirección de arte del videoclip “Sinkies” del cantante Hot Sugar o “Halfway off the balcony” del cantante Big Sean, donde se puede apreciar la reconocible estética de la artista. Para Pierce la de gama cromática que utiliza en sus trabajos, responde a una reapropiación de los colores que han sido asignados como femeninos por la sociedad durante años y enfocarlos hacia otros conceptos que rehúyen de los estereotipos sexistas. Por acciones como esta en el trabajo de la artista y otras, como la performance “Barbie jeep”, en la que cruzaba lenta y trabajosamente Times Square en un cochecito de juguete para niñas para denunciar lo que dificulta en la vida el mero hecho de ser mujer, muchas veces se etiqueta a Signe como feminista y, en concreto, cyberfeminista, por su uso de las nuevas tecnologías. Sin embargo, ella ve el concepto de cyberfeminismo un tanto alejado de su generación y prefiere denominarse technofeminista, un concepto acuñado por el colectivo de dj’s neoyorkinas Discwoman con el que Signe se identifica más.

Es fácil estar al corriente de las nuevas obras de Pierce, sus redes sociales están activas y ahí informa sobre sus exposiciones, nuevos trabajos, retransmite acciones en directo o cuelga vídeos, incluso postea pensamientos y experiencias personales -reales o no, no lo podemos saber-. “Siempre digo que soy mitad cyborg, mitad chica iPhone, ¿sabes? Pero también soy realmente parte carne y sangre humana, soy un animal; todos lo somos y cuanto más profundicemos en la generación iPhone y matrix, creo que más vamos dejando eso detrás”.

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